Rafael Nadal celebró hoy en Disneyland París su sexto triunfo en Roland Garros, que paseó por el parque de atracciones de las afueras de la capital gala, pero no quiso pedirle nada a Mickey porque ya lo tiene todo en la vida.
"No estoy en condiciones de pedirle nada, tengo más de lo que hubiera soñado. Lo único sería la salud, que es lo más importante", afirmó el tenista cuando le preguntaron qué le pediría al conocido personaje con el que posó junto a su trofeo.
Nadal afirmó que siempre le ha gustado Disney y los niños, con algunos de los cuales posó para las fotografías.
En concreto, el mallorquín estuvo rodeado de Mickey y de seis menores, tantos como trofeos de Roland Garros ha logrado en la tierra batida parisiense.
Tres de ellos, que fueron seleccionados al azar entre los visitantes del parque de atracciones, eran españoles, José, un santanderino de diez años, Garbiñe, una vitoriana de la misma edad, y Alazne, de la misma ciudad y dos años más joven.
El tenista estuvo sonriente y solícito a las peticiones de las decenas de seguidores que trataban de conseguir un recuerdo de la estrella.
"Es el lugar adecuado para celebrar esto", dijo Nadal, que consideró "un sueño hecho realidad" haber logrado su sexto Roland Garros.
"No siempre se gana el torneo más importante del mundo", agregó el tenista, encantado de haber igualado al sueco Björn Borg con seis triunfos en el Grand Slam parisiense.
Con el castillo de Cenicienta al fondo, Nadal posó para los fotógrafos.
Luego tuvo algo de tiempo para compartir con sus familiares en el parque, pero no mucho, porque como él mismo se encargó de recordar, sus obligaciones le siguen llamando.
"Tengo que irme ahora para Queen", afirmó en referencia al torneo británico donde comenzará a preparar la temporada de hierba con la vista puesta en el siguiente grande, Wimbledon.
"Ahora me importa más la preparación que el torneo de Wimbledon, en tratar de llegar bien", afirmó.
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