-Miley Cyrus (Tennessee, 1992). Si Bieber porta el cetro masculino, ella es, sin duda, la reina de esta generación, aunque no se lleve nada bien con le monarca, pues además de hacer una parodia en "Saturday Night Live" ha arremetido contra la carrera "tan fácil" del pequeño alguna vez más. Rock in Río Madrid asistió a la transformación de la Cyrus, de ídolo infantil gracias a su alter ego en Disney, Hanna Montana, a la cantante sexy y atrevida que ha dejado atrás la niña buena que parecía ser. Sus giras están batiendo récords y su público, poco a poco. se va ampliando.
-Demi Lovato (Dallas, 1992), como casi todas, es un producto de la Factoría Disney. Se destapó en "Camp Rock" y luego protagonizó la secuela. Fue íntima de los Jonas Brothers, que ya no entran en esta lista por "viejunos". Empezó produciendo discos como churros, pues su primer álbum "Don´t Forget", en 2008, se grabó en apenas diez días. Hubo un segundo y giras infinitas, que tuvo que dejar para ingresar en un centro de rehabilitación. Una vez recuperada, promete un álbum verdaderamente personal para que su experiencia sirva a otras chicas con los mismos problemas.
-Selena Gómez (Texas, 1992) , hija de mexicano, podría parecer otra de las estrellas manufacturadas por Disney, pero ella se toma la profesión muy en serio. Vivió su niñez dentro de un camerino teatral por la profesión de su madre, debutó a los 7 años y lo mismo le da a la interpretación que al pop/ rock con su grupo The Scene, cuyo álbumes también han arrasado en Estados Unidos. Unida a Disney tan estrechamente como ahora sentimentalmente a Justin Bieber. Sus tórridas fotos en Hawai han dado mucho que hablar e incluso amenazas de muerte para ella, según acaba de confesar. Con tanto ajetreo ella no tiene tiempo para nada, pero suspira por entrar en la universidad.
-Taylor Lautner (Michigan, 1992). Recientemente os contamos que su compañero de la saga crepúsculo, Robert Pattinson le puso en un aprieto al dedicarle su premio al mejor beso con un morreo, lo que agravó su imagen de ambigüedad sexual. Lleva desde 2001 en las pantallas y parece que tiene cuerda para rato, pues seguirá siendo Jacob Black hasta que el marketing hollywoodiense pueda. Ha estado nominado al razzie al peor actor, pero ahora quiere dar un giro a su carrera con "Abduction", sobre niños desaparecidos.
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