Los videos privados son poco privados

Un revés legal comentado en la columna de ayer le permitirá al ex esposo de Jennifer Lopez difundir una serie de videos que grabaron cuando estaban casados, catorce años atrás. La gran incógnita que esto ha despertado es sobre las sorpresas que podría contener y hay quienes especulan con que incluya escenas pornográficas o, al menos eróticas, de Lopez. Y eso vale oro, como es obvio.

El contexto no ayuda mucho, no por lo que tiene que ver con ella sino por la larga historia de videos "íntimos", como se les llama, que han sacudido la vida de más de un famoso. El caso más cercano es el del conocido video de Wanda Nara, filmado con un celular unos tres años antes que ella se reconvirtiera en madre y ama de casa. La televisión la mostró llorando cuando comenzó a circular el video y no hubo quien lo desmintiera. Sí se desmintió un video porno de Mónica Farro, pero no es secreto que hay muchos videos eróticos que hizo para Playboy que son más o menos lo mismo.

El primer caso de este tipo de videos fue, hasta donde recuerdo, el de Pamela Anderson y Tommy Lee. Filmado sobre un yate, era totalmente porno y en tiempos de menos desarrollo de Internet dio la vuelta al mundo en muy poco tiempo, causando un revuelo importante. Como todas las cosas que tienen que ver con las celebridades estadounidenses el efecto de estos líos siempre es mayor. Por eso mismo la aparición del video porno casero de Paris Hilton y un ex novio fue noticia en todo el mundo, al igual que ocurrió con el que grabó, años después, la otra gran socialité, Kim Kardashian.

Circularon otros videos y fotos, aunque comparativamente mucho más discretos. En Internet se han filtrado fotos más o menos eróticas de Rihanna, Miley Cyrus y de Vanessa Hudgens. Es probable que el mayor impacto de estos videos sea para los mismos protagonistas. Para el resto del mundo la cosa no va mucho más allá del efecto "¡wow!". Y, también, están los que hacen negocios con esas imágenes.