A diferencia de los adolescentes y jóvenes promedio, que sólo conocen del dinero que les dan sus padres, el trío de protagonistas de Harry Potter ha crecido en un océano de dinero. Y todo indica que aprendieron a nadar en él.
Daniel Radcliffe, más conocido por ser Harry Potter desde el 2001, tiene 21 años y 67 millones de dólares en el banco. Emma Watson, que encarna a Hermione Granger en el cine y tiene 20, es dueña de unos 35 millones de dólares principalmente gracias a las siete películas de la saga estrenadas hasta ahora. Rupert Grint, el tercero del trío de protagonistas de estos films, es también el mayor con 22 años, pero es el que tiene menos: solamente 32 millones. Las cifras no sólo pueden resultar impresionantes para cualquier actor uruguayo o argentino, sino también para buena parte de los actores de su generación que trabajan en el cine, en el país que sea.
Los actores jóvenes multimillonarios no solamente son una excepción, sino que también son protagonistas de historias muchas veces crueles. Un caso ejemplar que cualquier persona de menos de cuarenta puede recordar, es el de Macaulay Culkin, estrella mundial a los nueve años gracias a la película Mi pobre angelito, caído poco tiempo después debido a que no encontró una forma de sostener su estrellato en Hollywood. Los cinéfilos más memoriosos recordarán a Mickey Rooney, como ejemplo de estrella infantil y adolescente que, a pesar de tropiezos anímicos y de apuestas, logró mantener una carrera y superar el trauma por perder la condición de celebridad reverenciada.
Hoy en día, el club de los famosos multimillonarios precoces está integrado por otras figuras como la cantante estadounidense Taylor Swift, que con 20 años y sólo dos discos facturó 54 millones de dólares. También está el británico Robert Pattinson, quien tiene 24 años y con tres películas de La saga Crepúsculo acumuló 20.8 millones. Miley Cyrus, también conocida como Hannah Montana, de 19 años, es el centro de una maquinaria que con solamente 54 recitales recaudó 1.200 millones de dólares por ventas de entradas. El mundo, desde sus respectivos lugares, tiene un color muy distinto. Y no es necesariamente verde.
Estas figuras se enfrentan a dos grandes problemas en sus carreras: la exigencia, externa o interna, de seguir generando las mismas cantidades de dinero o más, y la urgencia por no quedar encasillados. Por eso mismo Miley Cyrus hace lo imposible por dejar atrás la peluca rubia que la ha convertido en Hannah Montana en los últimos cinco años. En principio le ha ido muy bien. Pero en el caso de los tres protagonistas de Harry Potter, la historia del resto de sus carreras aún está por escribirse.
invirtiendo. Radcliffe ha invertido su fortuna en costosas propiedades en Gran Bretaña y en Estados Unidos. En Inglaterra compró una casa por 6.5 millones de dólares y en Nueva York compró dos apartamentos por 4.8 millones cada uno. Pero no es sólo cuestión de gastar, ya que también dedica parte de sus ingresos a apoyar obras de caridad, siguiendo los pasos de muchas otras celebridades. Emma Watson compró una casa en Francia y, además, paga una buena suma de dinero para continuar sus estudios universitarios en la Universidad Brown, un peso pesado en Estados Unidos. Grint, por su parte, se inclinó por los negocios inmobiliarios, al comprar una estancia en Inglaterra por un valor de seis millones. Según una nota del diario La Nación, Grint confesó en otra entrevista: "Hubo un momento en que recuerdo haberme preguntado qué iba a hacer con todo este dinero".
La pregunta tiene que ver con que estos tres, al igual que muchos colegas suyos, no fueron verdaderos dueños de su fortuna sino hasta llegar a la mayoría de edad. Watson, por ejemplo, no supo realmente el dinero que tenía hasta los diecisiete años, ya que sus padres le administraban sus ingresos y le daban solamente 80 dólares por semana para sus gastos. Tal vez ese fue uno de los factores que le ayudaron a mantener los pies en la tierra.
"Tuve la suerte de tener una muy buena educación", contaba Radcliffe en una reciente entrevista publicada por el diario mexicano Reforma, "pero iba a escuelas privadas de muchachos, lugares de gente blanca de clase media y, de repente, al entrar a trabajar en estas películas de Harry Potter, caí en un mundo donde conviví con personas con pasados muy diferentes. Creo que eso amplió mi visión del mundo... Me hizo una persona más completa y eso te prepara para la vida, el saber que no toda la gente que conoces es blanca y privilegiada. Además me dio una gran ética de trabajo, aunque ésa, de todas maneras, la hubiera obtenido de mis padres, porque los dos trabajan duro".
De todas maneras hay una cosa segura, los tres actores crecieron con las películas de Harry Potter, del mismo modo que buena parte de los lectores crecieron junto a los libros originales. Pero para los actores todo lo que traen estas superproducciones cinematográficas, desde extensísimas giras de promoción, acceso a lujos inimaginados, legiones de fanáticos desesperados por un autógrafo o algo más, revistas y canales de televisión que matan por entrevistarlos en exclusiva y otras cosas más, no son para siempre.
Las cifras
400 Son los miles de dólares que Daniel Radcliffe cobró por protagonizar los primeros filmes de Harry Potter.
40 Son los millones de dólares que Radcliffe cobró por actuar en las últimas dos películas de la saga: Las reliquias de la muerte.
135 Son los millones de dólares aproximados que han cobrado hasta ahora los tres protagonistas de la serie Harry Potter.
El futuro laboral entre la actuación y otras opciones
Si bien puede ser un lugar común el chiste de que cuando alguien se vuelve millonario su mejor opción es dejar de hacer cosas por el resto de su vida y solo dilapidar su dinero, lo cierto es que la realidad es algo distinta. Radcliffe, Watson y Grint se enfrentan exactamente a esa situación, sobre todo si se tiene en cuenta que a los ojos de todo el mundo son sus personajes en la serie. Radcliffe es la estrella británica menor de treinta más rica, según la revista Heat, y no por ello dejará su carrera tras Potter.
Ahora, por ejemplo, divide su tiempo entre el rodaje de una película de terror y las intensas jornadas de una obra musical que protagoniza en Broadway. Hace unos dos años había llamado la atención en teatro cuando protagonizó la obra Equus.
Grint, quien hace algunos años compró un camión de helados, ha seguido una carrera en el cine, pero con un perfil más bajo. Su actuación en la comedia Wild target, junto a Bill Nighy, fue muy bien recibida. Pero estos pasos recién fueron dados desde el año pasado, cuando Harry Potter entraba en su recta final. Este año figura en tres películas aunque en comparación resultan inevitablemente más pequeñas que las del mago.
Watson ha tenido menos apuro en continuar en el cine. Recién el año próximo se la verá en la película My week with Marilyn.
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