Representan el sueño de miles de personas alrededor del mundo: ser famosos, ganar miles de dólares y llevar una vida llena de lujos, pero el ser una estrella infantil también puede convertirse en una especie de "maldición".
Y es que gran parte de las celebridades que iniciaron su carrera a temprana edad han terminado por estar inmiscuidas en escándalos y polémicas.
Obligados a llevar una vida fuera de la común, los pequeños tienen que lidiar no sólo con el hecho de convertirse en adolescentes bajo el ojo público, sino que también deben cuidar cada una de sus acciones, pues por lo general son vistos como ejemplo para la juventud.
La semana pasada, por ejemplo, Kristen Stewart, estrella de Crepúsculo "alborotó" al ser captada por un paparazzi bebiendo cerveza, algo que a sus 19 años está prohibido en Estados Unidos.
No obstante, las cosas para la joven no pasaron a mayores si se compara con Jamie Waylett, actor de Harry Potter que fue condenado a 120 horas de trabajos comunitarios por cultivar mariguana en su casa.
Fotos íntimas
Pero los problemas para las jóvenes estrellas no terminan ahí, pues además del consumo de sustancias prohibidas otras celebridades han sido criticadas por reveladoras imágenes íntimas que han circulado en la red.
Miley Cyrus, Vanessa Hudgens y Adrienne Bailon, todas actrices de Disney, comparten la "triste" fama de haber protagonizado fotografías en ropa interior o semidesnudas, que se divulgaron por la web.
¿Di no a las drogas?
En el caso de actrices que hace tiempo dejaron de ser niñas, pero que en su momento fueron jóvenes celebridades están Drew Barrymore, Kirsten Dunst, Lindsay Lohan y Mary Kate Olsen. Todas ellas en algún momento de su vida tuvieron problemas con el consumo de drogas y alcohol.
Pero si de ejemplos "memorables" de pequeños famosos que fueron del paraíso al infierno, está el de Macaulay Culkin, protagonista de Mi Pobre Angelito, quien aceptó que consumía mariguana y además tuvo que enfrentar la disputa de sus padres por la fortuna que él había acumulado.
Caso similar es el de Gary Coleman, famoso en los años ochenta por la serie Blanco y Negro. El actor llevó a sus padres a juicio por haber malgastado su dinero.
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